Este amor no correspondido, que
me atormenta cada día, se ha tornado insoportable. Camina de mi mano y se cuela
entre mis sábanas. Me arropa por las noches y me despierta en las mañanas. Este
sentimiento que tú has despreciado te extraña y te llama. Arde en el pecho como
el fuego en la hoguera y tu pensamiento lo alimenta. Este amor, alérgico a las
miradas y las sonrisas, a las palabras que no nos decimos y a los abrazos que
no nos damos, muere en nuestros labios, que no se tocan.
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